Fue a los 9 años, con un Monumento multitudinario coreando villancicos y lágrimas en los ojos de la emoción cuando le dijo a sus padres que quería cantar. La orquesta junto al coro le había dado la pauta de lo que genera la unión y la pasión asociados a un fin común.
Así empezaría un camino con múltiples aristas e infinidad de anécdotas. La música fue, es y será en todas sus formas esencial para su felicidad. Algunos domingos entre mate y mate piensa que debería retomar la carrera de Letras...
De vocación docente encuentra en su labor cotidiana la posibilidad de sembrar semillas que es imposible saber cuanto crecerán. Son los niños quienes siempre le han recordado el poder de la creatividad, la reflexión, el juego y sobre todo, que los objetivos mas deseados se alcanzan en equipo.
Se reconoce inquieta y es por eso que cada tanto necesita irse un rato para seguir aprendiendo que mas cerca o mas lejos, sus ideas la acompañan y se potencian al compartirlas.
Su sonrisa es parte de ella y fue lo primero que se dibujó en su rostro al ser convocada para coordinar voluntarios en TedxRosario. Lo primero que pensó fue que era un lugar genial para hacer ruido y repensar la musicalidad de los verbos HACER, CREER y CREAR.
Confía plenamente en los encuentros, los diálogos y la libertad de poder elegir cada día lo que queremos ser. Confía también en un abrazo sincero, las risas de los amigos y el valor del granito de arena que suma. Asegura disfrutar esos buenos momentos que se gestan cuando un grupo de personas se juntan para soñar, proyectar y construir ese lugar que imaginan. Así de simple y de intensa es la vida que quiere tener. Así de simple y así de intenso, confiesa, es ser parte de TedxRosario.
