Javier Yunes, siempre va a recordar la vez que un profesor en el colegio le bajó la nota porque en un ensayo donde había que describir a "Un Famoso a quien admire", había elegido a su abuelo.
El profesor quería poder corroborar los datos que escribían sus alumnos, pero por aquel entonces (principio de los 90) era muy difícil comprobar si una persona realmente había construido un acelerador de partículas en el garaje de su casa.
Quizás siendo bachiller humanístico con orientación a la administración y habiendo estudiado ingeniería industrial, Javier encontró el balance entre la ciencia dura y lo administrativo que estimulaba cada lado de su familia.
Quizás siendo coordinador de un área del Congreso Latinoamericano de Estudiantes de Ingeniería Industrial, aprendió el poder de una buena sinergia de equipo y se puso en contacto con un grupo de personas que comparten sus valores, intereses e inquietudes sobre la realidad que los rodea.
Quizás trabajando en una multinacional y luego dedicándose a la empresa familiar perteneciente al sector agropecuario, él encontró la posibilidad de organizarse para dedicarle tiempo a actividades no lucrativas pero enormemente gratificantes.
Quizás con el TED, finalmente sienta que el mundo está avanzando con fuerza propia hacia un lugar de prosperidad e infinitas posibilidades, un lugar que su abuelo vislumbraba y anhelaba. Y, por medio del TEDx, quizás sea su turno de aportar un granito de arena para que esta idea sea cada vez más real.
Quizás también sea tu turno.
